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Inteligencia artificial y el futuro de la enseñanza

El 24 de enero es el Día Internacional de la Educación, una jornada que promueve la reflexión sobre los progresos y dificultades en el acceso a la educación a nivel mundial. En la celebración de este año, el enfoque estuvo en la inteligencia artificial (IA) y su influencia en el sector educativo, subrayando tanto las ventajas como los riesgos ligados a su uso.

La inteligencia artificial como recurso educativo

La IA posee la capacidad de revolucionar la educación al proporcionar métodos de enseñanza individualizados, mejorar la administración escolar y permitir el acceso a recursos educativos de alta calidad. Por ejemplo, países como Chile, Brasil y Uruguay han implementado tecnologías de IA en el sistema educativo, obteniendo mejoras notables en el rendimiento académico. Las experiencias exitosas en Ecuador y Uruguay resaltan cómo la IA puede apoyar el trabajo de los docentes, siempre que se integre de forma regulada y accesible.

Diferencias persistentes en el acceso educativo

A pesar de los avances en tecnología, la desigualdad en el acceso a la educación sigue siendo un problema alarmante. Según cifras recientes, 251 millones de niños y jóvenes en todo el mundo todavía no asisten a la escuela, influenciados por factores como la pobreza, el género, el entorno social o los conflictos. Esta brecha educativa se ve empeorada por la falta de conectividad y recursos tecnológicos en muchas áreas, lo que limita la implementación efectiva de herramientas de inteligencia artificial en las aulas.

A pesar de los avances tecnológicos, la desigualdad en el acceso a la educación sigue siendo un problema alarmante. Según datos recientes, 251 millones de niños y jóvenes en todo el mundo continúan sin escolarizar, afectados por factores como la pobreza, el género, el origen social o los conflictos. Esta brecha educativa se ve agravada por la falta de conectividad y recursos tecnológicos en muchas regiones, lo que limita la implementación efectiva de herramientas de IA en las aulas.

Un reto central es la falta de marcos normativos definidos para la adopción de la inteligencia artificial en la educación. Una encuesta llevada a cabo en 2023 mostró que solo el 10% de las instituciones educativas tiene políticas claras para su aplicación. Además, el empleo de la tecnología en la educación varía dependiendo del contexto económico: en países con ingresos altos, más de dos tercios de los estudiantes de secundaria ya utilizan herramientas de IA para sus estudios, mientras que en áreas con menor acceso digital, su adopción es escasa.

Es fundamental que tanto maestros como alumnos reciban formación adecuada para manejar estas herramientas de forma eficaz y segura. La educación en inteligencia artificial debe ser progresiva, garantizando que la tecnología complemente la enseñanza sin reemplazar la interacción humana. Para lograrlo, es vital invertir en conectividad, equipamiento y el desarrollo de habilidades vinculadas a la inteligencia artificial.

Inquietudes éticas y de seguridad

Preocupaciones éticas y de seguridad

La integración de la IA en la educación también plantea preocupaciones éticas y de seguridad. Por ejemplo, el uso de herramientas como ChatGPT ha generado debates sobre el plagio y la falta de pensamiento crítico entre los estudiantes. Algunos educadores han observado un aumento en trabajos académicos generados por IA, lo que cuestiona la autenticidad y originalidad de los mismos. Es fundamental establecer límites éticos claros y garantizar la supervisión humana en el uso de estas tecnologías. 

By Ezequiel J. Iriarte

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