La economía de América Latina y el Caribe registró un bajo crecimiento durante 2023, que según datos preliminares de la CEPAL fue de solo 3,8%, muy por debajo del 8,2% de 2022, y las proyecciones para este año indican que de continuar las tensiones geopolíticas y el aumento de la precios de los alimentos y los combustibles, la tendencia inflacionaria podría aumentar.
Argentina, una de las mayores economías de la región, cerró 2023 con una inflación del 211,4%, la más alta del mundo, Venezuela cedió un poco y llegó al 189,8%, mientras que Chile (3,9%), Brasil (4,62%) y Paraguay (3,7%) logró contener con éxito el proceso inflacionario.
Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), explica a EFE que el proceso inflacionario “está sujeto a lo que sucede con los precios de la energía y los alimentos, que a su vez Dependerá de que no aumenten las tensiones geopolíticas en Medio Oriente o del impacto de factores meteorológicos como El Niño y La Niña».
Inflación crónica
Argentina cerró 2023 con una inflación interanual del 211,4%, la cifra más alta desde la hiperinflación de 1989-1990, tras haber alcanzado el 94,8% en 2022.
Venezuela tuvo una inflación del 189,8%, lo que representa una disminución de 44,2 puntos respecto a 2022, cuando alcanzó el 234%.
Argentina, Venezuela y Cuba exhiben “problemas crónicos de inflación, altas tasas de inflación sostenidas en el tiempo”, dice el experto de la Cepal.
Cuba, por su parte, concluyó 2023 con una inflación interanual del 31,34 % en su mercado formal, frente al 39,07 % en 2022, según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Jaime Dunn de Ávila, analista económico y académico boliviano, dice a Efe que aunque la inflación ha aumentado por los alimentos y la energía, las políticas para controlarla «lentamente» están funcionando.
Además, pronostica que las economías latinoamericanas seguirán “con barbijo (mascarilla), con tasas de interés altas”.
Un año de logros
Brasil, el gigante latinoamericano, cerró 2023 con una tasa de inflación del 4,62%, la más baja en tres años (fue del 5,79% en 2022) y por debajo del techo del Banco Central (4,75%).
Chile logró reducir la inflación al 3,9% a fines de 2023, luego de haber alcanzado el 12,8% en 2022, una de las reducciones más notables de la región.
México, otra de las grandes economías regionales, logró sumarse a la tendencia a la baja al cerrar 2023 con un 4,66%, tras un 7,82% en 2022.
En la misma línea se ubicaron los países centroamericanos. Costa Rica finalizó el año con una tasa de inflación negativa del -1,77%, frente al 7,88% de 2022; El Salvador con 1,23% (7,32% en 2022) y Panamá con 1,5% (2,9% en 2022), Guatemala con 4,18% (9,2% en 2022), Honduras con 5,19% (9,80% 2022) y Nicaragua con 5,6% ( 11,59% 2022).
También destaca Paraguay, que finalizó 2023 con una inflación del 3,7%, cifra inferior a la meta oficial del 3,8% y muy por debajo del 8,1% de 2022.
Ecuador con su economía dolarizada, destaca Dunn, reportó una “estabilidad macroeconómica contenida” al reportar una inflación del 1,4% en 2023 (3,74% en 2022).
Mientras que Bolivia -que pasó del 3,12% en 2022 al 2,12% en 2023- se beneficia de la política de controlar el dólar a un tipo de cambio fijo, lo que hace que el país controle el llamado “impuesto silencioso a los pobres”, añade el boliviano. analista.
Tanto Uruguay como República Dominicana alcanzaron el rango objetivo establecido por sus respectivos bancos centrales. El primero logró situar la inflación en 5,11% en 2023 (8,29% en 2022) y el segundo alcanzó el 3,57% (7,83% en 2022).
La inflación en Perú cerró 2023 con una tasa de 3,41% (8,56% en 2022), notable caída que atribuye a la experiencia el economista peruano y columnista del diario El Comercio Enrique Castellanos.
«La historia peruana de hiperinflación nos enseñó a comportarnos bien», dice a Efe.
Para Colombia, la situación se alivió algo, alcanzando el 9,28% el año pasado, una disminución de 3,84 puntos porcentuales respecto a la cifra registrada en 2022 (13,12%, la más alta en 23 años).
Proyecciones para 2024
En su reciente informe Situación y perspectivas de la economía mundial (WESP) 2024, la ONU advierte que pueden desencadenarse nuevas presiones inflacionarias en la región debido a la volatilidad de los mercados financieros globales, lo que puede afectar las entradas de capital. así como decisiones imprevistas de la Reserva Federal estadounidense o la escalada de conflictos geopolíticos, entre otros factores.
El documento prevé que la inflación anual en América Latina y el Caribe alcanzará el 4,3% en 2024, excluyendo las economías de Argentina y Venezuela, países que se espera que registren cifras mucho más altas.
Por otro lado, un informe de la Cepal de diciembre pasado señala que la inflación mediana de la región en 2023 será del 3,8%, “muy inferior al 8,2% registrado en 2022”. La agencia regional de la ONU predice que en “2024 el descenso continuará y se espera que la tasa de inflación regional media sea del 3,2%”.
Para el economista boliviano Jaime Dunn, desde Ávila, Chile, Perú y Paraguay “van a hacer un excelente trabajo en la contención de la inflación, lo que se verá recompensado con la atracción de inversión extranjera, que les permitirá diversificar su economía y al mismo tiempo «Será un ‘círculo virtuoso’ que les ayudará a mantener una inflación baja al lograr mayor producción, mayor inversión y mayor flujo de divisas», detalla. EFE