Cerca de 518.000 migrantes irregulares ingresaron a Honduras en su viaje hacia EE.UU. en 2023, una cifra histórica que supera a la de 2022 y demuestra que la migración no se puede ocultar, dijo el jefe de misión de la OIM para El Salvador y Tegucigalpa, Nicola Graviano.
Entre el 1 de enero y el 10 de diciembre han ingresado a Honduras 517.939 migrantes, lo que supone un 198,8% más que los 173.937 extranjeros que transitaron por el país en el mismo periodo de 2022, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM).
Del total de migrantes que han llegado a Honduras, 221.131 procedían de Venezuela, seguida de Haití (80.344), Cuba (79.799), Ecuador (43.926), Colombia (12.271), China (10.911) y Guinea (10.569), la afirmó el INM. .
Los 52.988 migrantes restantes que ingresaron a territorio hondureño provienen de más de una treintena de países del mundo, entre ellos países asiáticos y africanos.
La migración no se puede ocultar
El jefe de la misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para El Salvador y Honduras, Nicola Graviano, dijo este jueves a Efe que el elevado número de migrantes que han cruzado por Honduras demuestra que el fenómeno «no se puede ocultar». .
“Ha habido un aumento importante de migrantes en tránsito (por Honduras) y es un fenómeno que no podemos ocultar, que no podemos olvidar, son personas con derechos, con vulnerabilidades, con aspiraciones”, enfatizó.
Destacó la necesidad de garantizar que la migración de tránsito se realice de manera “humana” y con respeto a los derechos humanos.
De continuar el ritmo de entradas al país, este año podría cerrar con la llegada de 550.000 migrantes, afirmó Graviano, quien pidió en ese sentido centrar esfuerzos en las personas que emigran, para conocer sus necesidades y vulnerabilidades.
En su opinión, el fenómeno de la migración es «histórico y continuará», por lo que hay que buscar alternativas para que la emigración de personas sea «segura, ordenada y regular».
Honduras debe revisar la política migratoria
Muchos de los migrantes irregulares son acogidos en cuatro Centros de Atención a Migrantes Irregulares (CAMI) habilitados por el Gobierno, donde se toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica.
La coordinadora residente de Naciones Unidas en Honduras, Alice Shackelford, dijo a periodistas que el país centroamericano debe revisar su política migratoria y aprobar una nueva Ley de Migración.
Además, pidió a Honduras crear una comisión interinstitucional para atender a los migrantes de una manera más integrada.
Shackelford instó al Parlamento hondureño a extender nuevamente una amnistía sobre el pago de una multa administrativa a migrantes en situación de movilidad, para no agravar la crisis migratoria en el país.
En Honduras, paso obligatorio para migrantes latinoamericanos, africanos y asiáticos, los migrantes sufren numerosos abusos, principalmente en cobros ilegales de transporte interurbano, o por parte de agentes policiales, según la Comisionada Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh).
Muchos de los migrantes que transitan por Honduras lo hacen a través de “puntos ciegos” a través de traficantes de personas, conocidos como “coyotes”, quienes no siempre los llevan a la frontera con Guatemala, según autoridades y organizaciones de derechos humanos. EFE